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Capítulo 53: Parejitas, parejitas...¡¡everywhere!!


El chico la contempló unos segundos antes de saludarle. Estaba atónito. ¿Era ella? En efecto, no podía ser otra persona. Aunque antes era morena, y ahora era rubia, muy rubia. Llevaba recogida su melena en una cola alta y sonreía, como siempre. Sus mejillas estaban sonrosadas y el brillo de sus ojos era más intenso.
-¡Abie!-Pudo contestar al fin mientras el daba un abrazo emotivo. Estuvieron unos segundos así hasta que ella se separó y miró a su acompañante.
-Evans te presentó a Louis.
-Encantado.-Sonrió aquel chico rubio mientras le tendía una mano en forma amistosa.
Louis se al estrechó y también le dedicó una sonrisa.
-Igualmente.-Contestó y se preguntó a sí mismo si entre ellos había algo. Pero no quiso preguntar pues hacía tiempo que no se veían y no había la misma confianza.
-Louis..-La rubia se puso un poco colorada y le miró con una sonrisa cerrada.-Perdona si esto te molesta un poco, pero no he podido evitar sentir curiosidad. La chica que se ha ido y estaba contigo, ¿es tu novia?
Él abrió los ojos como platos y se sonrojó.
-No no.-Negó nervioso, suspiró y continuó.-Es una amiga. Mi novia se llama Daisy y acababa de venir a su casa cuando me la he encontrado y nos hemos venido aquí arriba a tomar algo. No hay nada entre nosotros más que amistad.
-Entiendo.-Comprendió la chica mientras asentía, aunque soltó una risita. "Se ha puesto nervioso, ¡qué mono! Seguro que en realidad aprecia mucho a esa chica."-Pensó para sí.-Bueno, ¿y cómo están los demás?
-Bastante bien. Harry como siempre, ya sabes que él es muy animado y siempre está de un lado para otro y Zayn igual. Ambos han estado mucho tiempo juntos estos meses.
-Y Kesha y Niall, ¿cómo lo llevan?-Preguntó.
-Eh. ¿No lo sabías?
-¿Saber el qué?
-Lo dejaron hace ya unos seis meses o así, después de dos meses de que nos fuéramos del instituto por unos problemas. Y no volvimos a saber de la chica.
-¡Vaya!-Exclamó Abie atónita.-No lo sabía...
-Ahora Niall sale con una chica desde hace tres meses. Se llama Claris. Es muy
divertida y simpática. Seguro que a ti te cae bien en seguida.-"Ya que tiene mucho en común con Kesha, una de tus antiguas mejores amigas."-Pensó, pero no se atrevió a decirlo en voz alta.
-Sí. Seguro que sí.-Afirmó sonriendo.-Bueno Louis, me tengo que ir. Nos vemos otro día.
-Vale.
-¿Quieres que te de mi número para contactarme?
-¿Has cambiado de número?-Preguntó extrañado.
-No...-Negó la chica.
-Entonces no hace falta que me lo des. No lo he borrado, ni el tuyo ni el de ninguno de los Adventures Warriors.
Un intercambio de sonrisas entre ambos.
-Adiós Louis.
-Adiós Abie.

                                                           ~~~~~~~~~~~

Kesha se arrepintió en cuanto lo pensó de nuevo. No podía hacerlo. Sería verlo y volver a surgir sentimientos del pasado, volver a renacer recuerdos que estaban enterrados y que debían seguir ahí.
Dio media vuelta y volvió a su casa. La idea de comprar las entradas para el concierto del Domingo era bastante tentadora, pero no. Simplemente no podía hacerlo.
Entró en su casa y vio a Richard en la cocina preparando la cena. En ese momento sintió la necesidad de ayudarlo. En los últimos meses ni siquiera se hablaban, pero eso debía cambiar. ¿Era su padre no? Al fin y al cabo tenían la misma sangre.
Se acercó a la cocina y vio que preparaba un poco de pescado a la plancha.
-Hola.-Saludó.-¿Quieres que haga una pequeña ensalada para todos?
El hombre la miró y sonrió.
-Vale. Gracias.
La chica se puso a ello y la preparó en unos minutos sin decir nada. Lo puso en un gran bol y lo colocó en el centro de la mesa. Sacó los vasos, los cubiertos, las servilletas y lo dispuso en la mesa. Llamó a sus hermanas y se sentaron todos alrededor.
La pelirroja miró a cada uno de los presentes. Hacía mucho tiempo que no cenaba en familia, pero era de las cosas que más le gustaba hacer. Sonrió y miró a su lado. Candy estaba un poco blanca y no sonreía ni hablaba como era habitual.
-¿Estás bien?-Le preguntó en un susurro para que solo se enterara ella.
-Sí.-Le respondió mirándola con una sonrisa.-Simplemente me duele un poco la cabeza.
Kesha lo dio por válido, podía ser una posibilidad bastante posible.
Pero lo que no sabía, es que el dolor de su hermana no tenía nada que ver con la cabeza y pronto lo iba a descubrir.

                                                             ~~~~~~~~~~~~~

La cena transcurría con normalidad. Aida miraba sus espaguetis a la boloñesa y escuchaba a medias la conersación. Sentía que sobraba pues ninguno de los dos les había dirigido la palabra desde que empezaron la cena. Bueno... Harry en un par de ocasiones para alabar su gran talento para la cocina italiana y la chica para corroborarlo. Poco más.
-¿Te acuerdas de la cena con el señor Smith?-Preguntó él soltando una risita.
-Sí. ¡Como para no acordarme!-Contestó ella con una sonora carcajada.
La más pequeña rodó los ojos y desconectó. Estaba harta de escuchar aquellas aburridas anécdotas del pasado entre Holly y Harry.
Pensó en lo que hacía unos minutos le acababa de ocurrir y se puso colorada. ¡Maldito Zayn! Pero no podía dejar de pensar en él. Estaba entre el odio y el amor. ¿Por qué se decantaría? Aida lo pensó un poco... Seguro que por el odio. Ese chico era insoportable, aunque también encantandor y guapo. Extremadamente guapo.
-¿Qué te parece prima?
La voz de Harry le hizo volver a la realidad.
-¿Qué?-Preguntó desconcertada.
-Que si te parece bien que Holly se quede a dormir esta noche con nosotros.-Volvió a explicar el chico.
La rubia se encogió de hombros. Pero claramente no quería que aquella rubia desconocida se quedara con ellos.
-Es tu casa.-Se resignó.
-¡Genial! Hay una habitación justo al lado de la de Aida.-El moreno miró a Holly y sonrió.-Además ella te puede dejar un pijama y ropa limpia. ¿A que sí?
Los ojos verdes de su primo no le sirvieron de ayuda para contestar con una clara afirmación.
-Bueno...-Contestó nada convencida. ¡No quería prestar su apreciada ropa a una desconocida! ¡Era suya! ¡De nadie más!
Holly sonrió y le cogió la mano.
-Será divertido, podremos hacer hasta una guerra de almohadas.
-No creo. Mañana tenemos comida y tenemos que levantarnos temprano. Otro día.
-¡Claro!-Exclamó Harry.-Así ya tienes una excusa para volver a visitarnos.
Aida se mordió la lengua. ¡Había metido la pata! Volvería a verla y quizá su encuentro... no sería tan amistoso.

                                                              ~~~~~~~~~~~

Liam preparaba la cena mientras Perrie estaba en el salón, sentada en el sofá y con la mirada perdida. La televisión estaba encendida, pero no le prestaba atención.
El chico apareció por la puerta y dejó un plato para cada uno. Tomarían un poco de pollo.
Liam masticó un pequeño trozo y miró que su novia jugueteaba con el tenedor, pero no probaba bocado.
-Venga Perrie, tienes que comer.-Pidió él.
-No tengo apetito.-Negó la chica dejando el plato en la mesa. Lo apartó con sumo
cuidado y lo dejó fuera de su vista.
Liam suspiró.
-Hasta que no te lo tomes no piensa dejarte ir.-Aseguró cruzándose de brazos.
-No quiero.
-Perrie, por favor.
-No.
-Un bocado. Solo uno.-Insistió el chico.
-¡QUE NO LIAM! ¡Déjame en paz!-Gritó la chica, fuera de sus casillas.
El chico tragó saliva y agachó la cebeza.
-Bien. Siento haberte obligado.
Se levantó y recogió la mesa. Tampoco él había comido demasiado. Cuando desapareció, Perrie resopló.
Se sentía mal, ¿por qué le habría gritado de esa forma? Solo quería ayudarla.
Se levantó del sofá y se fue hacia la cocina, pero Liam ya no estaba allí. Subió las escaleras y entró en la habitación del chico.
-¿Puedo pasar?-Preguntó en la puerta.
-Ya estás dentro..-Contestó él sin mirarle mientras se quitaba la camiseta y se ponía la del pijama.
-Lo siento. No debí gritarte.
Liam no contestó.
-De verdad que lo siento. Yo... yo.-La morena se dejó caer en el suelo y enterró la cabeza entre sus manos rompiendo a llorar. Todas las emociones del día le estaban sobrepasando.
El cantante la miró y se acercó a ella. Se puso a su lado y le dio un abrazo.
-No pasa nada.
-Sí que pasa. Te he gritado muy fuerte... y.. yo no quería hacerlo.
-No importa, de verdad que no.
Ambos se levantaron y él le sonrió. Le tomó la mano y se dirigieron a la cama. Se tumbaron uno al lado del otro y se taparon con las sábanas.
Perrie se abrazó a él y le besó la mejilla.
-Te quiero.
-Y yo.
-Quieres que duerma contigo porque te da miedo la oscuridad, ¿verdad?
-Sí. Me has pillado.-Afirmó él con una risita.
La chica sonrió abiertamente, por primera vez en toda la noche.
-¡Lo sabía!-Le chinchó.
-Bueno, no te pases, que a ti también te da miedo.
-¡Qué va!
-Sí, sí, sí...
-Anda calla.
Se miraron, sonrientes y cómplices.
-Emm, Perrie.
-¿Sí?
-¿Te importaría apagar la luz? Es que puede que en la oscuridad me atrape "Gatito".
-¡Pero si Gatito es adorable!
-Pues entonces...¡Mike Wazowski!
La morena soltó una carcajada.
-Vale, voy yo...-Se rindió.
Se levantó, apagó la luz y volvió a la cama corriendo.
-¿A quién le daba miedo la oscuridad?-Preguntó Liam entre dientes con una sonrisa pícara en su rostro.
-¡A ti, por supuesto!
Se volvieron a mirar en la oscuridad y rieron.
-Buenas noches May.
-Buenas noches, Payne.

                                                              ~~~~~~~~~

Niall entró en la habitación y comenzó a hacerle cosquillas a su novia, la cual aún seguía dormida.
-¿Qué haces?-Preguntó malhumorada, pegándole con la almohada.
-Venga. ¡Despierta dormilona!
-¡¿No me digas que llego tarde a clase?!
Claris abrió mucho los ojos y se levantó precipitadamente de la cama. Tanta fue su aceleración, que se resbaló con las sábanas y se cayó, dando de bruces contra el suelo.
Niall comenzó a reírse.
-Esto si que es más gracioso que mi caída en Nando's.
-Idiota. ¡Ayúdame!-Pidió ella con las mejillas al rojo vivo.
El chico le ayudó a levantarse y ambos se miraron unos segundos.
-No. No hay clases. Hoy es el día de la comida en casa de Louis, ¿recuerdas?
-Es verdad.-La morena se dio en la frente con la palma de la mano.-Pues voy a preparar el desayuno. ¿Tu ya has desayunado?
-¡NO! Y no salgas de la habitación.
-Pero, ¿por qué?
-Quédate quita. Y vuelva a tumbarte en la cama.
Claris frunció el ceño pero se encogió de hombros. Se tumbó en la cama y se puso cómoda.
-Vale, ¿y ahora qué?
-Espera aquí piñoncito mío.-Le dijo el rubio dulcemente pellizcándole la mejilla con dulzura. Ella rodó los ojos, odiaba que le hicieran eso y él bien lo sabía.
El rubio abrió la puerta y apareció con un gran carrito lleno de comida, había de todo: Chocolate caliente, churros, zumo de naranja, tortitas con sirope de chocolate, tostadas y piezas de frutas variadas.
-¡Vaya!-Exclamó la chica saltando de la cama.-¿Y esto?
-Te he preparado el desayuno.
-¿No vienen todos los chicos para ayudarnos? ¡Esto es una pasada!
Él soltó una carcajada.
-No. Solo nosotros dos.
-Pues nos vamos a hartar de comida.
-Puedes comer lo que quieras y lo que te apetezca.
-Jo. Gracias.-La chica le dio un beso en la mejilla y vociferó-¿Quién es el mejor novio del mundo?
-¡YO!-Gritó el rubio.
-Emm, ¿dejas que me lo piense?-Bromeó ella seria, para después volver a sonreír.-En serio. Muchas gracias. No tenías por qué haberlo hecho.
-No es nada.
El rubio le dio un abrazo y comenzó a darle muchos besitos en la mejilla. Ella se dejó hacer, realmente le encantaban esos prontos cariñosos de su novio, así que no debía desaprovechar el momento.
Niall se despegó y la miró sonriente. Le regaló un cariñoso beso en los labios y ambos dirigieron su mirada a la comida. Con ojos brillantes de alegría, Claris, preguntó:
-¿Con qué podemos empezar...?

                                                             ~~~~~~~~~~~~

Jade suspiró sentada en su cama. ¿Iba? Por una parte tenía ganas de estar con sus amigos pero por otra.. no. Y ese no tenía que ver totalmente con una persona: Louis.
La chica resopló, cogió su móvil para ponerse música en sus cascos a todo volumen y olvidarse de todo, pero éste comenzó a sonar.
-¿Si?-Preguntó al descolgar.
-¡Jade!-Exclamó una voz al otro lado del teléfono.
-Hola Perrie, ¿cómo estás?
-Mejor.
-Me alegro. ¿Qué querías?
-Preguntarte qué ibas a llevar a la comida. Es que no se me ocurre nada.-Y una risita, nerviosa tras su frase.
La morena se mordió la uña, nerviosa. ¿Y ahora qué decía?
-Pues voy a hacer una tartita de chocolate.-Respondió y rápidamente se tapó la boca. ¿Pero qué estaba diciendo?
-¡Vale! Entonces prepararé café y cupcakes, además haré una pequeña tortilla para lo comida. Bueno, mejor dicho, Liam la hará mientras yo preparo lo demás.
-Bien...-Respondió en un suspiro.
-¡Nos vemos luego Jade! Y gracias.
-No hay de qué.
Jade fue la primera en colgar. Resopló y se puso boca abajo en su cama. Exclamó un grito ahogado y se levantó. Resignada bajó a la cocina. Ahora ya no tenía ninguna excusa. Debía ir y aceptar todo lo que se le pusiera por delante. Aunque tal vez no le gustase demasiado...
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Eiii!! CAPÍTULO 53 YA POR FIIN! La verdad es que no he tenido tiempo para nada esta semana. Lo he terminado hoy antes de publicarlo.
Y eso, que para el siguiente tengo unas ideeeas! Ya las tengo apuntadas en un post-it rosa de hace unos días, solo tengo que llevarlo al capítulo cuando lo escriba. Os quedaréis: :O
Va a ser inesperado jijiji.
Bueno, no os olvidéis de clicar en las las reacciones. Esas tres de ahí abajo del cap XD
Y comentad! Me alegráis mogollón!! :)
Besitos :)

Capítulo 52: Recordando el pasado


La imagen era como en una película romántica. El chico y la chica, cogidos de la mano y riendo, como una pareja de enamorados. Kesha tragó saliva y vio cómo cruzaban la calle.
Volvió a la realidad y se fijó que había dejado caer al suelo aquel cigarrillo. Murmuró una palabra malsonante a sí misma y lo estrujó con sus botas marrones.
-Menos mal que no me han visto...
Cerró los ojos y un recuerdo le vino a la mente...

La pelirroja caminaba de un lado a otro de su habitación, nerviosa. ¿Lo hacía? Sí. Tenía que hacerlo, por el bien de ambos, sabía que no podía llegar a más. Se sentó en la cama y cogió el móvil dudosa, le temblaban las manos. Marcó ese número que ya se sabía de memoria, y que no había marcado durante un mes y medio casi, puesto que los chicos habían cambiado de instituto tras dos meses después de la muerte de Bryan.
Un bip, dos, tres...
-¿Kesha?-Preguntó una voz al otro lado de la linea.
-Niall.-Respondió ella con un hilo de voz de alegría y esperanza.
-¿Qué quieres?-La chica notó que su tono de voz no era demasiado agradable.
Tragó saliva y se dispuso a continuar.
-Me preguntaba si podríamos vernos.-La voz le temblaba y sus fuerzas parecía flaquear.
-¿Ahora?
-Cuanto antes mejor.-Pidió ella en un susurro casi inaudible.
-Claro.-El rubio se levantó del sofá en el que se encontraba jugando con sus amigos a la wii y sonrió feliz.-¿Te parece bien dentro de un cuarto de hora frente al instituto?
-Me parece genial.-Contestó volviendo a encontrar esperanza.-En el banquito de madera.
-En ese mismo.
-Hasta ahora Niall.
-Hasta ahora Kesha.
La chica colgó y rápidamente bajó las escaleras y entró en su coche. Llegó en unos minutos y se sentó en aquel banco. Se balanceó un poco moviendo las piernas nerviosamente, hasta que una limusina se aparcó frente a ella y el rubio salió de ahí. Kesha se levantó y le saludó con la mano y una sonrisa triste. Él amagó con darle un abrazo, pero al final decidió que no era una buena opción.
-Hola.
-Hola.-Respondió ella. Se sentó y dio unas palmaditas en el banquito para apremiarle a que él también se sentara.
-¿Qué querías?-Preguntó mientras apoyaba su espalda en el respaldo del asiento.
-Hablar contigo y decirte que no puedo seguir así. Deberíamos dejarlo.
-¿Te refieres a lo nuestro?
Ella miró hacia un lado con los ojos cristalinos. Se mordió el labio inferior y respiró
con dificultad.
Contempló de nuevo a aquellos ojos azules de los que aún seguía enamorada y contestó:
-Me refiero dejar de vernos y seguir nuestras vidas.
Él tragó saliva.
-¿Pero por qué?
-No mereces alguien como yo. Debes ser feliz.
-Contigo soy feliz.-El rubio le cogió la mano.
Kesha se estremeció. El simple contacto con su piel le erizaba el cabello. Tenía ganas de besarlo y decirle que le quería, que nadie ni nada acabaría con ellos, pero sabía que no podía hacerlo...
Se levantó y se alejó de él.
-Lo siento. Pero no puedo. Dile a los chicos que los quiero y que son mis mejores amigos.-Cerró los ojos y los volvió a abrir cristalinos y a punto de derramar un lago de lágrimas.-De verdad que lo siento, pero tengo que irme.
Kesha se dio la vuelta y corrió hasta su coche. Niall se quedó allí paralizado. Ambos tenían el presentimiento de que algún día el destino o lo que fuera volvería a unirlos, a hacer de nuevo un reencuentro con ellos y que ambos volverían a estar juntos como antes...

La pelirroja volvió a abrir los ojos, a poner los pies en el suelo y a asumir la verdadera realidad. Nada sería como antes... Se quitó una lágrima que ya resbalaba por su mejilla y sonrió con la mayor de su sonrisas. Se le acababa de ocurrir un plan. Miró de un lado a otro de la carretera y cruzó corriendo por el paso de peatones. Solo esperaba que aún no se hubieran agotado...

                                                              ~~~~~~~~~~~~

-¿Louis?-Preguntó Daisy asomándose por la puerta de la habitación. Llevaba una toalla blanca que tapaba su cuerpo y tenía su pelo castaño echado hacia un lado y mojado evidentemente.
-Dais.-Respondió él mirándola con una sonrisa. Dejó el móvil a un lado y se sentó en la cama.
-Voy a coger la ropa.
-Perfecto.
La chica llegó hacia él y le dio un cariñoso beso en los labios. Se alejó y abrió el armario, cogió ropa interior, un polo blanco y una falda rosa. Cogió unas bailarinas y tras guiñar un ojo a su novio salió de la habitación.
La voz de Katy Perry comenzó a sonar. El chico miró al escritorio. Era el móvil de Daisy. No le dio tiempo de mirar quién llamaba, pero pulsó la tecla verde.
-¿Si?-Preguntó dando comienzo a la conversación.

                                                             ~~~~~~~~~~~~

-Ha sido muy gracioso.-Rió Claris recordándolo.
-Para mí no.-Se quejó él seriamente.
-¿Estás de coña? Si una de tus fans te hubieran grabado, seguro que ya tendrías millones de visitas en el video de tu caída justo en la puerta de Nando's.-Bromeó ella soltando una risita.
Él la miró fulminante.
-Eres idiota.
-Tú más por haberte caído.-Jactó la chica mientras soltaba su mano.
-¿Por qué me sueltas?
-Es que me agobia mucho estar todo el día con las manos dadas y encima me das mucha calor.
El rubio soltó una risita mientras se ponía colorado y miraba a otro lado. Ella frunció el ceño pero en seguida lo comprendió.
-¡No ese calor, mal pensado!-Gritó mientras le daba una fuerte colleja en la nuca.
-¡AU! Eso ha dolido.-Se frotó la parte afectada y después sonrió.-Es que tu frase tenía dos intenciones...
-Mira que te doy otra vez.-Amenazó ella mientras levantaba la mano.
El rubio soltó una risita y vio que se había puesto un poco colorada. Le cogió la mano y le paró. Le miró a los ojos y se acercó para besarla.
-No no.-Negó ella alejándose y cruzándose de brazos.-No me rindo tan fácilmente a tus encantos irlandesito.
El chico volvió a sonreír.
-Venga anda, perdóname.-Pidió.
-No me puedo fiar de ti. Nunca sueles ceder a la primera.
-Esta vez sí.
-Que no. No seas tan cabezota.-Cruzó los brazos como si estuviera enfadada y siguió caminando hacia delante.
-¿Cabezota yo?
-Sí. Y mucho.
-Vale, es verdad, pero mis intenciones esta vez son sinceras.
Ella dudó un poco, pero al fin se dio por vencida y se encogió de hombros. Él soltó una risita y le dio la mano acercándola a sí, esa vez si tuvo éxito y la besó dulcemente.
-Aún sigo pensando que tu frase era malintencionada.-Rió alejándose de ella.
-¡Pero serás...!-Exclamó colorada por haberse dejado engatusar, mientras volvía a acercarse a él para pegarle, aunque al final acabaron riendo los dos.
-Si es que me amas.-Dijo Niall con aire engreido.
Claris rodó los ojos pero sonrió. Se miraron por unos segundos haciendo una batalla
entre los dos con las miradas, que terminó con una sonrisa por parte de ambos y siguieron su camino entre peleas y bromas.

                                                           ~~~~~~~~~~~

Harry iba acompañado de una rubia bastante atractiva y guapa. Esbelta y de perfectas fracciones en su pequeña cara ovalada. Ya la había visto un par de veces con su primo por ahí, pero no sabía cómo se llamaba.
-Prima, te presento a Holly.
-Encantada.-Contestó ella mientras le estrechaba la mano a la recién llegada.
-El placer es mío querida. Tu primo me ha hablado mucho de ti. Podríamos llegar a
ser grandes amigas.-Respondió la rubia con voz alegre y cantarina.
-Claro.-Sonrió Aida algo confusa esforzándose por esbozar una sonrisa lo menos falsa posible.
-Va a quedarse a cenar, ahora nos vamos a mi habitación. ¿Preparas la cena?
La rubia resopló
-Os haré comida italiana.-Respondió sonriendo mientras una idea se le cruzaba por la mente.
-Genial.-Contestó Holly con voz aguda.
Ambos se dirigieron hacia el cuarto riendo y charlando y Aida borró su sonrisa.
-Esa chica es más falsa que los billetes del Monopoly.-Se dijo a sí misma en voz baja.
Cogió el teléfono y pidió la comida en un restaurante italiano de comida muy casera que seguro que ninguno de los dos se enteraría.
Cuando terminó sonrió malévolamente y se metió una palomita en la boca. Miró la película, pero no se estaba enterando de nada y además era un gran rollo, así que apagó la televisión y cogió el bol. Anduvo hacia su habitación y sacó el móvil. Miró en su twitter y se fijó que le seguía uno más que el día anterior. Sonrió e investigó quién era.
Abrió los ojos como platos y miró si estaba en lo cierto. En efecto, sus ojos no le estaban jugando una mala pasada. Zayn Malik era su nuevo seguidor. Sus pómulos se ruborizaron notablemente al leer uno de los tweets del chico en el que decía:
-Hay chicas que les gusta usar la violencia en vez de expresar sus sentimientos.
Claramente era dirgido a ella, pero no se iba a quedar callada. Se quitó del twitter y abrió su lista de contactos. Era el último puesto que su nombre empezaba por Z, la última letra del abecedario. Le dio a la tecla verde y esperó.
-¿Aida?-Preguntó el chico al otro lado de la linea.
-¡Eh tú!-Gritó ella.-¿Por qué me acusas indirectamente por twitter?
-No te he acusado de nada, pero si te das por aludida...-Zanjó el chico con un tono de ironía.
-Mira lo que quieras decirme...¡A LA CARA! Nada de twitter ni mierdas, ¿entendido?
-Sí mamá.-Bromeó el chico.
La rubia saltó un grito ahogado de desesperación.
-¡Vete a tomar fanta idiota!-Gritó y antes de que este pudiera contestar colgó la
llamada.

                                                          ~~~~~~~~~~~~

Jade salió de casa a toda prisa para dirigirse a la casa de su amiga. Cruzó una calle, siguió corriendo y... ya estaba. Abrió la puerta y se encontró con ella, atabiada con una fina manta blanca y una tila entre las manos. Junto a ella estaba Liam intentando consolarla y un policía le intentaba hacer preguntas con sumo cuidado.
-Perrie.-Gritó dirigiéndose a ella. Se acercó y le recibió con una enorme abrazo.-Me alegro de que estés bien. ¿Y tu madre?
-Sobrevivirá.-Respondió la chica con voz temblorosa.-Pero está muy grave. Ha
perdido mucha sangre.
La morena vio el tremendo sufrimiento en los ojos de su amiga. Sabía que lo estaba pasando muy mal.
-Venga bebe un poco.-Pidió Liam mientras le daba un beso en la frente.
-Se ha quedado un poco frío.-Se quejó, poniéndolo como excusa.
-Entonces te traeré un capuccino del Starbucks. Sé que son tus favoritos.-Respondió el chico levantándose.
Ella sonrió y el color volvió a sus mejillas en un momento.
-Me encantaría. Pero quiero que te quedes conmigo.
-Entonces iré yo.-Jade se levantó decidida y le dio un beso en la mejilla a Perrie.-Quédate quieta ¿eh? Y Liam cuídala. Vengo en unos minutos.
La chica se alejó ante la pareja y el cantante se volvió a sentar junto a su novia. La abrazó y ella puso su cabeza en su pecho.
-Pasé mucho miedo. Menos mal que viniste.
-No sé qué habría hecho si te hubiese pasado algo. No me lo hubiese perdonado nunca.
-Pero no hubiese sido tu culpa, Liam.
-Sí, claro que sí. Tendría que haber insistido en llevarte a casa y hubiésemos estado los dos juntos en esto.
Ella sonrió y le dio un pico en los labios.
-Gracias.
Él le devolvió la sonrisa.
-Él no volverá mientras estés conmigo.
Pero la morena no respondió, tragó saliva y miró al horizonte. Claro que volvería.

                                                                   ~~~~~~~~~~~~

-¿Daisy?-Preguntó una voz grave en tono de confusión.
-No. Soy Louis.
-Ah, sí. Ella me ha hablado de ti.
-¿En serio?-Sonrió el chico ampliamente.
-Sí. Y mucho. Bueno, ¿se puede poner?
-No. Está cambiándose, por eso he cogido su móvil.
-Ah, vale. Pues entonces dile que le he llamado.
-Que le ha llamado...
-Tony.
-Estupendo Tony, se lo diré.
-Adiós Louis.
-Adiós.
El moreno colgó felizmente. Ese chico decía que Daisy le había hablado de él, ¿quién era? Tal vez su mejor amigo o su hermano... Sí, lo segundo sería lo más probable... Pero...
-Cariño, ¿qué haces con mi móvil?-Preguntó la chica abriendo la puerta, con su típico tono de voz tranquilo y agudo.
-Es que han llamado y lo he cogido porque no estabas.
-¡Ah! Y... ¿quién era?
-Un chico llamado Tony.
Ella abrió los ojos como platos pero sonrió.
-¿Y qué te ha dicho?
-Pues le he dicho quién era y me ha contestado que le hablas mucho de mí. Después me dijo que le llamaras en cuanto pudieras.
-Es verdad. Hablo mucho de ti.-Respondió ella soltando una risita. Caminó lentamente hacia él. Aquella falda rosa le quedaba a la perfección y realzaba sus preciosas piernas bronceadas por el sol de verano. Tomó con delicadeza su móvil y le sonrió a su novio.
-¿Ese tal Tony es tu hermano?
-¡No!-Negó ella soltando una risa nerviosa.
Louis frunció el ceño. Parecía un poco histérica, algo muy poco habitual en ella.
-Es un amigo al que le cuento mis secretos.-Dijo tras volver a recomponer la postura y ponerse seria.
-Bueno, ¿quieres que hagamos pastelitos para la merienda?-Preguntó con voz de niño dejando un poco aparcado aquel tema.
-No puedo amor.-Le contestó melosa mientras le daba un beso en los labios.-Si quieres quedamos mañana.
-No. Tengo la comida con mis amigos. Y el domingo tengo el concierto...
-Entonces ya nos veremos el lunes, ¿no?
-Así es.
-Te quiero.
-Y yo.
Se volvieron a besar intensamente y se separaron. Louis bajó las escaleras y salió de aquella casa. No quería volver a la suya, así que caminó hacia el Starbucks que había cerca de allí.
Entró en el establecimiento y un oleaje de aire impregnado de olor a café le invadió de repente. Le encantaba ese sitio, se encontraba reconfortado y agusto. Más o menos como en casa. No había mucha cola, solo un par de quinceañeras que no le quitaban el ojo desde que entró y una chica con un jersey turquesa que no se le veía la cara.
Se puso tras de esta.
-¿Eres la última?-Preguntó.
La chica sobresaltada se dio la vuelta.
-¡Louis!-Exclamó contenta.
-¡Jade! Hola...
-Pensaba que estabas con tu novia.
-Estaba, acabo de venir de su casa.
-Oh, vale.
-¿Qué haces por aquí?
Jade le contó lo que le había pasado a Perrie y el susto que se había llevado con lo de su madre.
-¡Vaya! Pobrecita. ¿Y cómo te has enterado?
-Liam me llamó para contármelo. Ya sabes que ella y yo somos muy amigas, además de compañeras de clase.
-Sí, sí. Lo sé.
La morena miró hacia delante. Le tocaba pedir.
-Un capuccino, por favor.-Pidió.
-Espera. Tómate algo conmigo y después te vas.-Pidió él.
-Es que... Perrie me estará esperando, además que...
-No aceptaré un no por respuesta.-Insistió él.
Al final cedió y se encogió de hombros sonriente. Él pidió un frapuccino y pagó lo de los dos aunque la chica insistió varias veces en pagar lo suyo, él no le dejó.
-Eres muy insistente, ¿eh?
-Lo sé.-Rió.
Subieron a la segunda planta. Allí había una parejita, un chico rubio y una chica, también rubia que no se le veía la cara pues estaba de espalda. No había nadie más, así que optaron por ponerse al otro lado de donde estaban ellos.
Se sentaron uno frente al otro. Louis bebió un sorbo de su frapuccino y miró a la chica con una sonrisa. Ésta se la devolvió y tamién bebió un poco de su bebida, en este caso, un capuccino.
-Mañana vas a ir, ¿no?-Preguntó él refiriéndose a la comida.
-Sí... Supongo. Pero estoy dudosa.-Respondió ella. Sabría que iría Daisy y no podría estar a gusto.
-Venga, hazlo por mí.
Ella soltó una risita.
-¿Por qué tendría que hacerlo por ti?
-Porque eres mi amiga.
-Ya...
-Y porque si no, iré solo.
¿Había escuchado bien? Así es, iba a ir solo, por lo que... ¿Su novia no iría con él?
-Tienes a tu novia, ¿no?
-No. Ella no viene. No está invitada.
-Ah...-Miró su bebida y jugueteó con la pajita. El único motivo por el que quería que fuera era para no estar solo ya que su novia no iba. Jade se sentía mal, ¿le estaba diciendo que era su segunda opción? Sabía que él no era de esos pero no podía evitar
sentirse así.
-Me tengo que ir Louis. Se me está haciendo demasiado tarde. Gracias por invitarme.-Le dedicó una gran sonrisa cerrada y se levantó. Cogió el vaso de su capuccino, ahora vació y bajó rápidamente las escaleras.
El chico resopló. ¿Por qué se había ido de esa manera, tan de repente? Bebió lo que le quedaba de su bebida y se levantó para tirar el vasito. La pareja de rubios también se levantaba. Entonces vio la cara de la chica y ambos se quedaron sorprendidos. Se quedaron unos segundos mirándose, hasta que fue ella la que rompió el silencio.
-Hola Louis.
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Aquí está!! El capítulo 52 ^^ Es un pocito más largo de lo normal porque la verdad es que como empieza la rutina, las clases y todo pues voy a escribir menos...Pero no dejaré de escribir ni dejar el blog abandonado.
Y eso... por cierto! Hoy es 13 de Septiembre, por lo cual cumple 20 añitos...¡¡Nuestro irlandéees!! Sí, así que desde aquí le felicitamos todas las directioneers ^^
Besitos :)

Capítulo 51: No todo es bonito... ¿O si?


Jade dio un largo suspiro. Tras comer había subido a su cuarto y en ese momento se encontaba escuchando música, más concretamente DNA de Little Mix, por sus auriculares blancos, sentada en su cama cruzada de piernas. Pensaba una y otra vez en él. ¿Qué estaría haciendo ahora?
-¿Lo llamo?-Preguntó para sí mientras sostenía el móvil entre sus manos.
...It’s all about his kiss, contaminates my lips...
Escuchaba de fondo la voz de Leigh-Anne.
-No.-Negó mientras dejaba el móvil a un lado.-Pensará que soy una pesada.
La canción terminó y dio comenzó a otra nueva. Best Song Ever, de One Direction.
Era toda una directioner y estaba muy orgullosa de serlo, pero... se quitó rápidamente los auriculares y apagó el mp3. Adiós música. Adiós relajación. De nuevo un pensamiento le invadió la mente. Él.
Agarró el portátil y lo encendió. Mientras se cargaba, abrió el cajón y sacó un paquete de chuches. Sonrió para sí misma y la abrió para endulzarse de alguna gominola. Eligió una fresita y se la llevó a la boca. Escribió la contraseña de su escritorio y esperó unos segundos más. Ya estaba en la página de inicio. Se conectó a su wifii de casa y abrió la página de Google Chrome.
Impaciente, repiqueteó en el portatil con sus largas y finas uñas pintadas en color turquesa, que estaban a conjunto con el jersey que la chica llevaba puesto y la diadema que se encontraba en su cabello.
El Google apareció de momento. La chica tecleó: "MSN". Seguro que estaba conectado, o eso esperaba. Puso su cuenta y su contraseña y esperó mientras intentaba no comerse las uñas del nerviosismo.
Miró en la lista de conectados. J... K.. L. Revisó todos los nombres y...¡BINGO! Louis estaba ahí junto al iconito de color verde. Sonrió sin darse cuenta mientras se retocaba un poco el pelo y abrió una ventanita.
-Hola.-Escribió.
-Hola Jade!-Respondió él.
La chica soltó una risita nerviosa y con valentía envió una solicitud de video chat.
-"Por favor que la acepte. Por favor que la acepte"-Rogó en su interior mientras cruzaba los dedos.
Pero todo lo contrario de lo que se esperaba, Louis la rechazó y escribió.
-Lo siento, mi novia podría entrar en cualquier momento. Está duchándose...
Jade sintió que se le aprisionaba el aire contra el pecho y no podía respirar.
-Ah. Vale. Entonces te dejo.
-Lo siento mucho. A mí sí que me gustaría. Cuando llegue a casa te llamo, ¿vale?
-Vale.-Escribió sin ánimos.
-Te quiero mucho Jade. Eres una gran amiga.
La chica se desconectó sin despedirse y volvió a suspirar. Eso era para él: Una gran amiga. Nada más. Un nudo se le hizo en la garganta, pero cerró los ojos y respiró profundamente. No podía llorar, ella nunca lo hacía.

                                                                 ~~~~~~~~~~

Lo pagó y salió de la heladería con una gran sonrisa. Ya tenía su helado de oreo. Lo saboreó y se relamió. Estaba realmente delicioso.
Se acercó a un banquito y se sentó disfrutando del paisaje. Londres no era como España y eso lo tenía claro, pero le encantaba. Era su lugar de ensueño y gracias a una beca lo había conseguido.
Además...¡¡allí vivían sus ídolos!! One Direction podría estar cerca, junto a ella. Soltó una risita al imaginarlo.
-Le haría una broma a Louis.-Se dijo mientras sonreía.-Y le alisaría los rizos a Harry.
Soltó una grande carcajada y algunos transeuntes la miraron.
Alba se puso un poco colorada y volvió a concentrarse en su helado.
Lo que le faltaba ahora era encontrar una casa donde hospedarse, pero eso no le importaba demasiado, por ahora tenía dinero para estar en un hotel.
-Cuando entre en el insti, la primera chica que se me acerque será la elegida. Además le encantará: ¡Entre las dos pagaríamos el alquiler!

                                                          ~~~~~~~~~~~~~

Estudiaba los nuevos apuntes de Física, hasta que la cancioncita de su móvil comenzó a sonar.
-¿Sí?-Preguntó.
-Hola.
Esa voz...
-¡Evans!-Gritó la chica con ilusión.
-Sí, soy yo. ¿Cómo estás?
-Bien. Muy bien. ¿Y tú?
-Perfecto.
Un pequeño silencio en ambas lineas, hasta que él lo rompió.
-El motivo de mi llamada era invitarte a tomar algo en el Starbucks.
-¿El de siempre?
-El de siempre.
De nuevo alegría, emoción, esperanza, ganas de volver a verse. Abie sonrió con dulzura mientras se tocaba nerviosa su pelo, ahora teñido de rubio.
-¿Qué me dices?-Preguntó él.
-Sí.-Contestó con rápidez.
-Tengo ganas de verte.
-Y yo.
-¿En media hora está bien?
-Está perfecto Evans.
-Genial. Un beso.
-Otro para ti.
Colgó y suspiró. Después de dos meses, de tantas charlas a través de internet preguntándose cuándo volverían a verse, por fin lo vería.
Sonrió. Estaba feliz. Muy feliz. Y es que ese chico tras todo lo que pasó con lo de su hermana le robó un trocito de su corazón.

                                                                 ~~~~~~~~~

-Jonathan... ¿cuándo nos vamos a Londres?-Preguntó mirando por la ventana. Allí en Los Ángeles todo era distinto, no conocía a nadie y su vidia cambió radilcamente. Era una chica casada a la vista de todos. Era conocida como la "europea", y su acento inglés era irreconocible cuando llegó. Tras tanto tiempo hablaba con un perfecto inglés americano y había recorrido todo Estados Unidos gracias a su marido. Su vida estaba llena de lujos. Viajes, abalorios de oro y una extraordinaria posición económica.
Cada semana hacían una fiesta en su casa, invitando a grandes empresarios y gente importante. A Heather no le gustaba, pero aún así intentaba mostrarse sonriente en todo momento.
El chico le besó en el cuello y le susurró en el oído:
-¿Tanta prisa tienes por irte?
Kesha se dio la vuelta y le miró.
-No.-Contestó con sequedad.
Caminó con paso firme y abrió su armario. Sacó un vestido negro y unos tacones del mismo color. Entró en el baño y se cambió. Allí se pintó los labios en color carmesí a juego con su bolso y se perfiló un poco sus largas pestañas. Salió y miró a su chico con una sonrisa.
-Hoy hay una fiesta de mujeres. Van chicas pijas y mujeres de empresarios. No quiero ir, pero tampoco quiero quedar mal los últimos días que pasamos en Los Ángeles.
-Cariño, nos vamos este domingo. Estamos a viernes. Se supone que son por cosas de trabajo. No ibas a quedar mal.
-Aún así quiero ir.
-Pero podríamos estar juntos hoy.
Jonathan se le acercó y jugó con un mechón de su pelo. Heather se alejó.
-Ya te he dicho que no.-Dijo con voz firme y solemne.
-Pues haz lo que te venga en gana.-Resopló con un tono más elevado que lo habitual.
-Eso iba a hacer.-Afirmó ella con una sonrisa. Se acercó a él y le dio un beso en los labios.-Anda no te enfades. Te quiero.
El rubio sonrió.
-Y yo.
Ambos se miraron a los ojos y ella fue la primera en apartar la mirada. Abrió la puerta y dirgiéndole una mirada llena de ternura la cerró tras de sí.
Un año conviviendo con él le habían enseñado que no era mala persona y le quería mucho, Además ella también le quería a él... pero de una cosa estaba segura: Por mucho que quisiera, no llegaba a enamorarse.

                                                            ~~~~~~~~~~~~

Kesha abrió de nuevo su armario. Estaba cansada de esa ropa tan corta. No le gustaba nada, a pesar de ello, casi todo era igual. Comenzó a sacarla y a meterla en una bolsa de basura. Al final se quedó con unos cuantos pantalones largos, unos shorts vaqueros decentes, algunas camisetas,un par de vestidos largos y jerseys.
Se puso una cola alta y suspiró. Cogió un jersey marrón y unos vaqueros largos. Se puso unas botas marrones con un poco de tacón y caminó hasta la habitación de su hermana. Llamó un par de veces y entró sin ni siquiera tener una contestación.
-Hola.-Saludó.
La rubia, desde su escritorio donde se encontraba estudiando, la miró.
-¿Qué quieres?-Preguntó con voz cansada.
-Venía a pedirte el colgante del buhito. ¿Me lo dejas?
-Sí. Pero espera un momento a fuera.
La pelirroja frunció el ceño, pero acabó cediendo y se encogió de hombros mientras salía.
Tras unos segundos, su hermana se dirigió hacia ella.
-Toma.-Dijo entregándole el colgante.
-Gracias.-Y sin previo aviso le dio un beso en la frente y le regaló una amplia sonrisa.-Bueno, me voy a dar un paseo. Adiós.
-Adiós.-La rubia sonrió con dulzura acordándose de su hermana de hace unos meses. Había cambiado tanto que ya no le reconocía a penas. Aún así en ese momento le habían venido los recuerdos de esa chica infantil y divertida, esa de la que siempre había creído que era su heroína y su modelo a seguir.
Kesha entró en el salón para coger su monedero, allí se encontró a Richard sentado en el sofá leyendo el periódico, tras sus gafas de pasta negra.
-¿Dónde vas?-Preguntó él en tono formal.
-A dar un paseo.-Respondió ella sin mirarle.
-No llegues tarde.-Avisó, aunque sabía que no le serviría de mucho, pues hacía tiempo que llegaba a las tantas y ni siquiera le decía donde estaba.
-No te preocupes, no lo haré.-Respondió dejándole un tanto sorprendido.
La chica salió de su casa y caminó por las calles mientras veía pasar a la gente. Sacó un cigarrillo y un mechero de sus vaqueros y lo encendió mientras le daba una calada. Suspiró mientras cruzaba una calle y entonces se paró en seco.
-No pude ser.-Dijo en un susurro mientras se le caía el cigarro de las manos.

                                                                    ~~~~~~~~~

Aida resopló y se masajeó su mano dolorida por la fuerte bofetada que le había plantado en la mejilla a Zayn. Se sentía un poco culpable, pero sabía que había hecho lo correcto. Se acomodó en el sofá y encendió la tele, echaban una película y la dejó. Le serviría para entretenerse. Se levantó y fue hacia la cocina. Cogió una bolsita donde venían los graznos de maíz para hacer palomitas y lo metió en el microondas. Tres minutos y medio estaría bien. Mientras, se sirvió un batido de chocolate en un vaso y preparó un pequeño cuenco con gominolas de todos los sabores. El microondas pitó y fue a recoger la bolsa, ahora hinchada y con las palomitas preparadas. Las colocó en un bol y se llevó todo al salón. Lo dejó en la mesa y se sentó en el sofá con las piernas cruzadas.
Se llevó un par de palomitas a la boca y se concentró en la película.
-Hola prima.-Se escuchó una voz.
La chica miró hacia la puerta para ver a su primo. Pero Harry no iba solo...

                                                                      ~~~~~~~~~

Dio un fuerte taconazo al suelo mientras se quejaba por enésima vez por la humedad de aquel lugar. Se retocó su pelo largo y castaño y resopló.
Se dirigió a los dos hombres franceses, aquellos que hacía un año habían intentado
matar a Heather.
-Perseguid a quien os he dicho. Ya sabéis que ellas son las más fáciles. Más tarde iréis a por los chicos. Y por último Abie, pero esa dejádmela a mí.-Sonrió con maldad, haciendo una mueca en sus labios pintados en rosa fucsia.
Se sentó en el sillón blanco del escritorio y cruzó las piernas elegantemente. Se concentró en algunos papeles y miró a los hombres de nuevo.
-¡Venga! ¿A qué esperáis?
-Sí.-Contestaron los dos al unísono como si fueran robots.
Suspiró y rodó los ojos en tono de cansancio y entonces miró de nuevo aquel documento. Había diez fotos de personas, una de ellas estaba tachada y ponía la fecha de su muerte. Las demás aún estaban vivas, pero las nueve tenían algo en común: Corrían un gran peligro.

                                                                    ~~~~~~~~~

Perrie abrió la puerta de su casa mientras sentía que le temblaban las piernas.
-Tranquila.-Se dijo a sí mima.-No tiene por qué está aquí.
Liam le había tranquilizado bastante y además le había dado todo su apoyo. Sabía que no dejaría que él le pusiese otra mano encima, incluso se había ofrecido a llevarla y a estar con ella, pero se había negado, no quería que él también se metiese en problemas con ese hombre.
Pasó por el camino de piedras que había en su jardín hasta la puerta principal. Tomó el pomo dorado y se sorprendió de que estuviera abierta. Entró con precaución y miró de un lado a otro. Un silencio sepucral se hacía en la vivienda.
-¿Hay alguien ahí?-Preguntó, aunque de repente cayó que era una pregunta estúpida, si había alguien no iba a contestarle: "Sí claro, quiero matarte, pero tú no te preocupes, ¿eh?"
Movió la cabeza y se volvió a concentrar en observar a su alrededor, no podía permitirse el lujo de bromear.
Subió las escaleras, con sus pasos resonando en cada escalón. Sintió la necesidad de salir de allí corriendo, pero algo le decía que debía seguir. Tal vez ese fuese el día del juicio final pero debía continuar.
Se paró en el último escalón y observó que en el suelo blanco y pulido había un charco de sangre. Roja muy roja y reciente. Tragó saliva y se dio cuenta de que...
-¡MAMÁ!-Gritó mientras corría hacia el cuarto de su madre.
Abrió la puerta y la encontró allí, tirada en el suelo, tenía una abertura muy profunda en el cráneo. Le tomó el pulso y en efecto aún estaba viva, pero no por mucho tiempo. Cogió el móvil y marcó en número de emergencias.
-Por favor, necesito una ambulancia. Mi madre se está muriendo.-Dio la dirección y colgó dejando el móvil a un lado.
Cogió la mano de su madre y comenzó a llorar.
-Pronto estarás bien, pero tienes que aguantar...
Sin darse cuenta alguien se había colado en la habitación, se acercó al oído de la chica y le susurró con voz aterciopelada:
-Eso les pasa a los que no siguen mis normas. Haz lo que te vaya a decir, si no quieres acabar como tu madre, aunque ella ha tenido suerte de no morir, a tí no te pasará lo mismo. Tenlo por seguro, Perrie...
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Aquí el 51!! Espero que os guste, que deis a los botoncitos de reacciones, dejéis vuestra opinión y eso jeje. Muchas gracias a todas, en serio :)
Y por cierto, en la entrada anterior Anónimo me puso el significado de Yuri y me quedé :O. No lo sabía la verdad, era como un diminutivo que llama a Kesha a Yuriko para fastidiarla, nunca pensé que tuviese un significa en concreto... Aun así te lo agradezco y te doy las gracias por referírmelo :)
Y eso ¡¡HE VISTO THIS IS US!! Joo, es FANTÁSTICO Y GENIAL! 90 minutos inolvidables, la verdad. Tal vez ponga una entrada de ello, aunque aún no sé...
Besitos :)