Gracias por la visita. No olvides dejar un comentario tu opinión es muy importante!! Y si te gusta, ¡¡hazte segui!!

Capítulo 41: Tarde de..¡¡pelis y palomitas!!


El móvil se le resbaló de las manos en ese mismo momento.
-¿Hola?-Preguntó el señor Gray en la otra vía del teléfono al escuchar algo caer.-¿Hola?-Volvió a preguntar.
Kesha tragó saliva y recobró el sentido. Cogió ágilmente su móvil y preguntó:
-Señor Gray...¿Hasta qué horas son las visitas?
-Por la mañana de nueve a doce y por la tarde de ocho a doce de la noche.
La chica miró el reloj despertador que había en su mesita de noche. Las agujas negras marcaban las diez y media.
-Gracias.-Respondió la chica, colgando.
Se levantó de inmediato de su cuarto. Abrió el armario y se puso unos pantalones cortos, una camiseta y unos botines. Cogió su móvil, las llaves del coche y bajó las escaleras.
Abrió la puerta con sigilo.
-¿Dónde vas?-Preguntó la voz de su padre tras ella, quien había salido de la cocina con un bol de palomitas, para ir al salón.
La chica se dio la vuelta y sonrió para no preocuparlo.
-Tengo que recoger una cosa en casa de Yuriko. Pero vuelvo en seguida.
-Vale.-Contestó el hombre sonriente-No tardes.
La chica salió de su casa y se montó en su coche. Arrancó y comenzó a conducir hacia su destino.
Llegó tras unos minutos. Bajó corriendo y entró en aquel lugar, donde un par de policías que hacía guardia, le indicaron el camino.
Los pasillos se encontraban en la penumbra y solo se podía dislumbrar la luz que se reflejaban en las pequeñas ventanitas con barrotes. Las paredes de mármol estaban frías, representando cómo estaban las personas en aquel lúgubre lugar.
La chica llegó hacia un cruce, escuchó un grito ensordecedor, que parecía procedente de una chica, y se sobresaltó. Se pasó las manos por la frente, echándose a un lado su flequillo rojizo y suspiró, intentando tranqulizarse a sí misma.
Giró a la derecha y, tras unos pasos más, encontró a un hombre, sentado en una silla con los pies sobre la mesa, en la que había una pequeña lamparita que iluminaba unas esposas, unos bolis, un teléfono y poco más, comía la mitad de un donut blanco, mientras vigilaba las celdas. Saludó a la chica con un movimiento de su gorro y le preguntó qué quería.
-Venía a hacer una visita.-Respondió ella.
-Bien, tiene que ir a la habitación que hay hacia allá.-Señaló el lado izquierdo.-Es la primera habitación. No tiene pérdida.
-Gracias...
-Y ahora, dígame: ¿A quién quiere ver?-El hombre se puso en disposición, mientra dejaba el donut en una servilleta, se limpiaba las manos, cogía un boli y sacó una agenda para apuntarlo.
-Heather Gray.
-Bien. Espere en donde le he dicho.
Kesha asintió con la cabeza y fue hacia allí. Un policía le saludó, le pidió que dijera con quién iba a hablar y le condujo hasta una silla verde pistacho.
-Gracias.-Contestó.
El policía se limitó a sonreír y se alejó de ella.
Kesha se sentó en la silla, mientras esperaba, que por la otra parte del gran cristal que la separaba de las celdas, apareciera su amiga.

                                                    ~~~~~~~~~~~~~~~~

Una luz se divisó en el pasillo y todas aquellas que estaban en sus celdas, se despertaron para ver quién tenía visita. Heather se quedó boca arriba en su cama. Estaba casi segura de que ella no era, pues su padre había venido horas antes.
-¿Quién crees que es Lyn?-Preguntó a la chica del pelo morado.
-Ni idea.-Contestó ella con voz ronca a causa del sueño.
El policía se detuvo en la celda, interrumpiendo su conversación.
-Heather, sal. Tienes visita.-Dijo autoritariamente.
La morena se extrañó.
-¿Yo?-Preguntó seca.
-Sí, tú. ¡Andando!
La chica se levantó de su cama. El policía le puso las esposas en las manos por motivo de seguridad y le condujo hasta la sala de visitas.
Heather tragó saliva al ver a la pelirroja en el otro lado del cristal. El hombre que le había traído le quitó las esposas.
-Tienes 10 minutos.-Le advirtió.
La morena se sentó en la silla y, ambas, casi al unísono, cogieron los teléfonos para comunicarse.
-Hola.-Saludó Kesha formando una sonrisa cerrada en su rostro.
-¿Cómo sabes que estoy aquí?-Preguntó haciendo caso omiso al saludo de su amiga.
-Te llamé y me lo cogió tu padre. Le pregunté que si te podías poner y me dijo que estabas en la cárcel por intento de asesinato...
-Sí. Algo así.-Heather le contó lo que verdaderamente pasó.
-Pero...¿no te creen?-Preguntó la pelirroja indignada ante aquella injusticia.
-¡No! Eso es lo peor de todo.
-¡Vaya lío!
-Lo sé. Pero voy a salir de aquí, cueste lo que cueste.
-Te ayudaremos.
-¿Ayudaremos?-Preguntó la morena.
-Sí. Los chicos y yo.
-No.
-¿Por qué?
-No vayas a decíselo a Harry.
-Pero...
-No quiero que se preocupe por mí. En verdad, no quiero que nadie se preocupe por mí. Es que...-Bufó.
-¿Qué pasa?
-Podría haber salido de esta yo sola. No necesitaba a nadie.
-Pero creo que necesitas mi ayuda.
-Vale.-Respondió.-Pero no se lo vayas a decir a nadie.
-¿A nadie?
-A NADIE.
-Sí.-Dijo cruzando los dedos de la otra mano en señal de que mentía.
-Manos arriba y promételo.
La pelirroja resopló. Puso las manos en alto y dijo por el teléfono:
-Lo prometo.
-Bien.-La morena relajó los brazos y sonrió.-Gracias por venir.
-De nada. Aunque he tenido que mentirle a mi padre y decirle que iba a casa de Yuriko.
-Pues...¿lo siento?-Preguntó intentando acertar, mientras entrecerraba un ojo y el otro lo abría mucho.
La pelirroja soltó una sonrisita en voz baja.
-No. No te preocupes. Por cierto, ¿estás bien? ¿Necesitas algo?
-Bueno... la verdad es que no es como en casa, pero aún no me ha pasado nada malo.
-Crucemos los dedos.-Contestó la pelirroja mientras alzaba su mano derecha y los cruzaba con una sonrisa.
-Sí.
Un policía se acercó a Kesha.
-Señorita. Le queda dos minutos. Vaya despidiéndose.
La pelirroja asintió con la cabeza y el guardia se alejó.
-Bueno. ¿Cuándo es el juicio final?
-Este jueves. A las nueve de la mañana.
Kesha hizo una mueca.
-Tienes colegio. Lo sé.-Se adelantó Heather al saber lo que estaba pensando su amiga.-No hace falta que vengas.
-¡Claro que sí! Voy a venir como que me llamo Kesha Stadler.
-Vale, vale.
-Pero Heather, tengo que avisar a los chicos.
-¿Por qué?
-Porque...¿y si sale mal el juicio y te quedas encerrada aquí durante quince o veinte años?
Heather sintió un escalofrío ante las palabras de su amiga. ¿Quince o veinte años?
-Pero...
-Es una posibilidad.-Le interrumpió Kesha, preocupada.
Heather resopló.
-Está bien. Pero no se lo digas hasta ese mismo día. ¿Vale?
-Vale.
-Bueno, vete ya. Es la hora.
-Ten cuidado, morena.
Heather sonrió.
-Gracias.
Kesha se levantó y se despidió, a través del cristal, de su amiga. Se fue corriendo de aquel lugar y llegó a su casa minutos después.
-Buenas noches, papá.-Dijo nerviosa mientras subía las escaleras a toda prisa, para que no le hiciera preguntas.
Pero Richard dormía apaciblemente en el sofá, con el bol de palomitas medio vacío en su regazo, a causa de la aburrida película.
Al día siguiente, Kesha se levantó muy tarde por el cansancio acumulado en los días que había estado en París. Se cambió, poniéndose una camiseta con una carita feliz en color blanco y unos pantalones vaqueros cortos. Bajó a la cocina, donde Susi comía felizmente galletas oreos y leche, Richard preparaba tortitas y Candy escribía a toda velocidad en su BlackBerry rosa.
-Buenos días, dormilona.-Saludó su padre.
-Buenos días.
La pelirroja cogió los cereales y la leche y se los sirvió en un bol. Cogió una cuchara y comenzó a tomarlos mientras hablaba animadamente con su familia.
De repente comenzó a sonarle el móvil.
-¡Ui! Es mío.-Avisó mientras lo cogía y se iba hacia el salón, donde se sentó en el sofá.-¿Sí?
-Hola Kesha.-Saludó Niall al otro lado del teléfono.
-Hey Niall. ¿Qué pasa?
-Hola Keshaaaaaaa.-Sonó la aguda voz de Harry en el fondo.
-Calla Harry.-Se oyó a decir a Niall.-Hemos quedado en casa de Louis para pasar una súper tarde y quedarnos a dormir. ¿Te apuntas?
-¡Claro que sí!-Exclamó la pelirroja, feliz.
-Bien, te recogemos dentro de media hora. Hasta luego.
-Adiós rojita.-Volvió a gritar Harry, estrepitosamente.
La chica rió y colgó el teléfono.
Cogió todo lo que le hacía falta y se preparó para irse.
-Papá. Esta noche duermo en casa de Louis. Los chicos y yo nos vamos a quedar allí.
-Vale. ¿Llevas los libros preparados para mañana?
-Sí.
-Estupendo. ¡Pásalo bien!
-Adiós.
Kesha salió fuera, donde la limusina de los chicos se encontraba aparcada en la acera.
-Hola.-Saludó ella mientras entraba en el coche.
-Eeee.-Dijo Zayn a modo de saludo, alzando una mano.
Liam le saludó con la mano mientras sonreía pacíficamente.
-Anda. Pero si tenemos aquí a la roja más roja del mundo.-Bromeó Harry.
-¡Anda! No sabía que los rizos hablaran.-Le devolvió la broma la pelirroja sonriendo.-Bueno, ¿cuál es el plan?
-Pues vamos a hacer millones de cosas.-Afirmó Louis, quien estaba a su lado.-Comeremos helado, palomitas, piza, chocolate....
-¡Chocolateeeee!-Gritó Niall eufórico.
Todos rieron con el irlandés.
-Veremos pelis guays.-Añadió Liam.
-Y Hora de Aventuras.-Comentó Zayn autoritariamente.
-¡Sí!-Sonrió la chica, para luego gritar pegando un pequeño saltito-¡Flinn y Jake!
Llegaron tras unas risas más y bajaron del coche. Se metieron en la casa del mayor de todos. Ya que, cada uno tenía una casa en Londres, además de una en conjunta.
Entraron al salón y Kesha abrió los ojos como platos ante aquella gran habitación.
-¡Vaya...!
-¿Te gusta?-Preguntó Louis abriendo las puertas correderas que daban acceso al enorme y precioso jardín.
-¡Es flipante!-Exclamó la chica.-¡Y cuántos libros! ¿Seguro que esto no es de Liam?
El aludido le miró sonriente.
-Ahí has dado justo en el clavo. Son míos. Pero tampoco hay tantos, si te das cuentas hay millonadas de discos.
La pelirroja se fijó mejor y se dio cuenta de que era verdad. Había más discos que otra cosa, a parte, de algún que otro libro entre ellos.
-Niall, enséñale la habitación. Vamos a ir pidiendo la pizza.-Dirigió Louis.
-¿Pedirla?-Preguntó la pelirroja.-¿Por qué no la hacemos nosotros? ¡Es más divertido!
Liam y Zayn le dieron el visto bueno en seguida, ya que lo habían hecho otras veces y les encantaba, y Louis se encogió de hombros a modo de convicción.
-¡NOOO!-Gritó Harry, como un poseso.-Yo quiero pedirla para hablar por teléfono.
-Pues pedimos nachos.-Dijo Zayn con una sonrisa.-Asunto zanjado.
-YO LLAMO.-Vociferó Harry corriendo hacia la cocina a por el teléfono.
Liam y Louis se miraron y negaron con la cabeza y la chica soltó una risita ante tal escena.
-Anda ven que te enseñe la habitación.-Le dijo Niall con una bonita sonrisa.
Los dos subieron por una gran escalera de caracol hacia la segunda planta. El rubio le llevó hacia una puerta cerrada. La abrió y le enseñó la bonita habitación de invitados.

-Pon la maleta encima del banquito.-Dijo señalando la banqueta en la que había un libro con la pasta celeste y roja, y un fino gorro blanco.-Además, el rubio abrió una puerta blanca que había en la habitación.-Hay un cuarto de baño para lo que quieras.
-Gracias. Lo tendré en cuenta.
-Bueno, tómate tu tiempo y baja cuando quieras.-Le dijo el irlandés y salió de la habitación.
La pelirroja dejó la maleta a un lado. Abrió la ventana y una ráfaga de aire le removió el cabello. Con la mano se los apartó delicadamente y la cerró.
Se sentó en la cama y acarició la colcha de seda blanca con figuritas en color roja. Se levantó en seguida y bajó las escaleras.
-Ya estoy aquí.-Avisó.
-Pues ven un momento.-Le pidió Louis, quien estaba sentado en el sofá del salón.
Kesha fue hacia allá y se sentó al lado del mayor.
-¿Qué pasa?
-Estamos viendo las películas que vamos a ver.-Le explicó Zayn, quien se encontraba tumbado en la alfombra, en el suelo, con los codos apoyados en el suelo y la cara entre las manos.
-Tenemos unas cuantas opciones.-Dijo Liam.-La última de Saw, Expediente 39, Insidious o Posesión Infernal.
-¿Cuál prefieres?-Preguntó Louis.
-¿Cuál os da menos miedo?-Volvió a preguntar la chica.
-A mí...¡NINGUNA!-Vociferó Harry dándose una fuerte palmada en el pecho, aparentando ser fuerte.
-¿Qué tal Posesión Infernal?-Preguntó Kesha.-He visto todas las de Saw y también Insidous.
-¿En serio?-Preguntó la voz de Zayn quien se removió de su sitio.-¿No te dio miedo?
La pelirroja negó con la cabeza.
-Estuvo bastante bien.
-Pues no se hable más. ¡Posesión Infernal!-Exclamó Louis, contento.
-Venga, vayamos haciendo las pizzas.-Dijo Liam.-Pronto traerán los nachos que ha pedido Harry.
Todos se fueron a la cocina. Sacaron la masa de la pizza y todos los ingredientes. Comenzaron a moverse por la cocina, haciendo las pizzas, trayéndolas, llevándolas. Los chicos comenzaron a cantar Live While We're Young, mientras se movían de un lado para otro. Kesha los miraba con una sonrisa, aunque sin cantar.
-Yeah, we'll be doing what we doing. Just prending that we're cool, so tonight.-Cantó Niall acercándose a Kesha mientras ésta, comenzaba a reír.
Todos se callaron y miraron a la chica.
-Let's go crazy!-Comenzó a cantar ella pegando un salto y se unieron todos los demás mientras seguían haciendo aquellas deliciosas pizzas.
-And live while we're young!-Todos vociferaron la última parte, cantándola eufóricamente.
-¿Pizzas listas?-Preguntó Harry, a voces.
-¡Listas!-Respondieron los demás.
Pusieron la mesa entre todos, y llevaron las pizzas a la mesa. Encendieron la tele y pusieron rápidamente Hora de Aventuras.
El timbre sonó.
-Ya voy yo.-Dijo Louis, cogiendo dinero-Serán los nachos.
Los demás siguieron disfrutando de las pizzas mientras veían los dibujitos y soltaban alguna que otra carcajada.
Louis abrió la puerta, encontrándose con una preciosa chica rubia.
-¿Holly?-Preguntó él.
-Hola Louis.-Saludó ella con una gran sonrisa.-Venía a veros. Hace tiempo que no nos vemos y, pasaba por aquí. ¿Puedo pasar?
-Claro. Pasa, pasa.
Ambos entraron hacia el salón. Los demás miraron hacia Louis y Harry se atragantó al ver a la chica y comenzó a toser.
-Perdón.-Dijo tras carraspear un poco.
La rubia miró a Kesha con el ceño fruncido.
-Hola.-Saludó con una sonrisa claramente fingida y falsa.-¡Qué de tiempo! ¿Lo habéis pasado bien en París?
Se acercó a la pelirroja y le dio dos besos en la mejilla, dejándole un poco de carmín en ella a causa del pintalabios.
Kesha se lo quitó con la servilleta educadamente mientras le sonreía a la rubia.
-Sí. Mucho.-Respondió ella.
-Harry, querido. ¿Qué tal te va con Heather?
-Bien...-Respondió él, sin entrar más en detalle.
-Me alegro muchísimo.-Le dio dos besos y le dio un gran abrazo.-Bueno, me voy ya.
-¿Quieres quedarte?-Preguntó el de cabellera rizada.
Zayn, quien estaba a su lado, le pegó una con el codo en la costilla.
-Au...-Se quejó en voz baja, frotándose la parte afectada.
Holly vio la escena, aunque se hizo la tonta y respondió sonriente.
-No. Gracias. Tengo muchas cosas que hacer.
-Bueno, nos alegra que nos hayas visitado.-Le dijo Louis.-Te acompaño a la puerta.
Louis desapareció de la habitación, y tras despedir a la chica, volvió al salón.
-¡Veamos las pelis!-Gritó Liam para calmar el ambiente.
Todos le dieron el visto bueno, y, olvidándose de la extraña visita de la rubia, sacaron los helados de chocolate, vainilla y oreo, además de las chuches y patatas, prepararon un gan bol lleno de palomitas de mantequilla, sacaron los batidos, se sentaron en el sofá y comenzaron a ver Posesión Infernal.
La película transcurría. Harry, acurrucado a un lado del sofá, se removía en su asiento, y se tapaba con su camiseta azul cada vez que había alguna escena sangrienta o comenzaba la típica música de miedo. Louis, a su lado tomaba helado de chocolate, mientras disfrutaba de la película. Liam en el otro rincón del sofá, tomaba una bolsa de Doritos y algunas veces retiraba la cara para no ver la escena. Zayn, tumbado en el suelo, disfrutaba de la película mientras bebía de su pajita roja batido de chocolate. Kesha estaba sentada de piernas cruzadas con el gran bol de palomitas en su regazo, y Niall, a su lado, cada dos por tres cogía una, no sin perder de vista lo que ocurría en la pantalla.
Tras un par de horas, la película finalizó.
-¡Ha estado genial!-Exclamó Louis, después señaló a Harry-Y tú estabas muerto de miedo.
-¿Yo? ¡Qué vá!-Negó éste.-Serían alucinaciones tuyas.
El mayor de todos miró a Liam, quien también había estado sentado en el sofá y se había fijado en Harry y movió el dedo índice al lado de su sien, como diciendo que estaba loco.
Recogieron las cosas y cenaron todos juntos mientras reían y hacían bromas.
-Bueno, vayamos a acostarnos. Mañana hay clases.-Dijo Liam.
Todos subieron las escaleras y se despidieron.
Kesha caminó, junto con Niall, (pues su habitación estaba al lado de la suya) hacia la habitación.
Llegó a su puerta y despidió a Niall con la mano.
-Buenas noches.
-Que duermas bien, princesa.
-¡Qué cursi!-Le espetó la chica, en broma.
El rubio se ruborizó un poco.
-Es broma tonto.-Le dijo la chica, poniendo una mano en el hombro del chico y dándole un dulce beso en los labios.
-¡A dormir!-Gritó Louis y un cojín le dio al irlandés en la cabeza, mientras se escuchaban unas cuantas risitas.
La pareja miró hacia atrás. Viendo como los cuatro chicos de la banda los miraban
sonriendo y soltando risitas.
-¡Y vosotros también!-Exclamó la chica.
Kesha entró en su habitación, se duchó, se puso su pijama y se acostó. No cabía duda, que había sido, un día genial, con sus mejores amigos.
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Aquí el capítulo 41!! Espero que les gusteee y comenteen :)

Capítulo 40: Llegadas con noticias espeluznantes


Los cálidos rayos del sol asomaron por la ventana. Kesha abrió los ojos, encontrándose en el suelo, rodeada de sábanas blancas.
-¿Qué hago aquí?-Preguntó soñolienta, mientras se desperezaba.
Se levantó del suelo y vio a Yuriko tumbada en su cama y a Niall tumbado en la cama de la japonesa, mientras dormían apaciblemente. Abie no estaba y eso le extrañó un poco. Miró el reloj. Eran las nueve en punto. Pronto tendrían que bajar a desayunar.
-Niall.-Llamó mientras zarandeaba un poco al rubio.
Éste se movió un poco por la cama y se despertó.
-¿Kesha? ¿Qué haces en mi habitación?
-¿Qué dices? Eres tú el que estaba en la mía, tonto del bote.
-¿En serio?-Preguntó descondertado.
-Si. Nos quedaríamos dormidos cuando me contabas las historias de miedo. Pero lo que no me explico es por qué me he despertado en el suelo.
Niall miró de un lado a otro y río, señalando a Yuriko.
-Seguro que te echó de la cama, para poder dormi ella, ya que yo estaba en esta.
Kesha soltó una risita y asintió.
-Sí. Eso es lo más probable.
-Bueno, me voy a mi habitación a cambiarme. Nos vemos ahora.
-Vale.
El rubio se levantó de la cama y Kesha le acompañó hacia la puerta. La chica la abrió y el irlandés salió de la estancia, despidiéndose con una sonrisa.
Kesha se duchó, se cambió y llamó a Yuriko para que se despertara.
-¡Vaaaamos!-Decía mientras le zarandeaba un poco.
-Ya voy pesada.-Gruñó la oriental mientras se levantaba cansadamente y de mala gana.
-Que tenemos que desayunar pronto. ¡Que nos vamos hoy a Londres!
-Lo sé, lo sé.
Kesha salió de la habitación y llamó a la de Bryan y Louis. Éste último le abrió, ya vestido.
-¿Estáis listos?-Preguntó la chica.
-Buenos días igualmente.-Ironizó el guapo cantante.
Ella sonrió.
-Buenos días Louis.
El chico soltó una risita y respondió:
-Sí. Estamos listos.
-Vale. Voy a llamar a los demás.
Kesha llamó a la puerta de Liam y Zayn. Fue el primero el que abrió.
-Hola.-Saludó la chica.-¿Estáis listos?
-Los chicos sí, pero...
-¿Pero qué?
-Ven.
Liam indicó que debía seguirla y ambos entraron en la habitación. Abie estaba
sentada en la cama, soñolienta y con el vestido de la noche anterior puesto.
-Abie. ¿Qué haces aquí?-Preguntó la pelirroja.
-Dormí aquí.-Respondió sonriente-Ya te lo contaré en el desayuno. Voy a cambiarme.
-Vale no tardes.-Se dirigió a Liam y preguntó-¿Y Zayn?
-En el baño.-Contestó éste, señalando el lugar.
-¡Zayn!-Gritó la chica.
-SÍ.-Contestó a gritos el chico desde dentro del servicio.
-Bien. Solo me falta comprobar que Harry y Niall están vestidos.
-Vale. Ahora te veo.
-Hasta luego.
La pelirroja salió del cuarto de los dos chicos y llamó a la otra habitación. Harry le abrió, en calzonillos únicamente.
-¡Vístete Harry!-Exclamó la chica, dándose con la palma de la mano en el rostro.
-Voy pesada.-Bufó mientras, con gran tranquilidad, se iba hacia el cuarto de baño a cambiarse.
Kesha gesticuló exageradamente y con los ojos muy abiertos, mientras gruñía.
-No soporto a este Harry.-Bufó sentándose en una de las camas con las piernas cruzadas y enterrando su cabeza entre sus manos.
Niall soltó una risita y se sentó a su lado.
-Cuando era pequeño liberaba tensiones cuando me hacían reir.-Dijo para intentar animar a la chica.
Ella lo miró muy seria.
-Pues yo, cuando era pequeña, liberaba tensiones arrancando de cuajo las cabezas de mis muñecas. Era muy diviertido.-Rió, con una risa algo psicópata.
El chico la miró algo asustado, pero recobró de inmediato la compostura.
-¿Y ahora qué haces?-Preguntó.
-¿Ahora? Gritar a mi hermana y haciéndola rabiar. Jijiji.
-Tienes mucha suerte de poder estar con tu hermana tanto tiempo. Yo vivo en Londres y es mucho más difícil para mí poder verle.
La chica torció la boca, en una mueca de desagrado.
-Bueno.-Intentó animarle mientras le ponía una mano en el hombro.-En cuanto puedas, haz un viaje a Irlanda.
-Pero entonces, ya mejor me espero a la gira que tenemos allí dentro de unas semanas.
-Pues ya está.-La chica aplaudió en modo de convicción.
-Pero tú tienes que venir conmigo para conocer a mi familia. ¿Qué te parece?
La chica se rascó la cabeza nerviosa.
-Eu... Pues... bueno...-Carraspeó un poco.-No sé. Ya veremos si puedo o no.
-Que no te de miedo conocer a mi familia, Kesha. Eres mi novia.
-Ya. Pero no llevamos ni un día oficialmente.
-Bueno. Pero para entonces ya llevaremos dos semanas o más.
-Si estamos juntos, claro...
-Que sí, tonta. Verás como sí.
-Vaaaaale. Ya veré.
La joven se levantó de la cama y se alisó los pantalones cortos.
Pasó por la puerta del baño y dio fuertes golpes en la puerta.
-¡Harry date prisa!-Chilló.
-¡Ya voy, pesadilla!-Le devolvió el otro, también gritando.
La chica cogió el pomo de la puerta y abrió, encontrándose a Harry de espalda, con la camiseta puesta, lavándose los dientes y con unos calzones rosa bebé con bonitos ponis rosa fucsia y arco iris de colores.
-Vístete.-Dijo mordiéndose el labio inferior para no reírse.
-Pero... ¡vete, loca! ¡vete!-Vociferó Harry, aparentemente molesto y con las mejillas ruborizadas.
La chica cerró la puerta y, en un intento vano por reprimir la risa, hizo un sonoro rudio con los labios y comenzó a reírse, mientras se tiraba al suelo, se movía en plan "croqueta" de un lado para otro y daba con el puño en la alfombra.
-¿Qué haces?-Preguntó Niall mirándola extrañado.
-Ha..Harry.-Dijo ella entre risas, mientras se levantaba. Se quitó las lágrimas que habían salido de tanto reír y respiró profundamente.
Se dio la vuelta, abrió la puerta principal y volviendo a reírse, ante los ojos atónitos de sorpresa de Niall, salió de la habitación.
La chica llamó a su habitación. Sus amigas ya estaban vestidas, así que las tres salieron al comedor.
-Bueno, ¿qué tal lo pasásteis anoche?-Preguntó Niall mientras se llevaba a la boca un trozo de crepe con caramelo.
-Bien.-Contestó Abie.-Liam y yo dimos una vuelta por París, porque...-La chica se quedó callada y miró a Liam con disimulo. Ambos se sonrieron mutuamente y soltaron una pequeña risita.
-¿Porque...?-Preguntó Harry.
Todos los miraban con curiosidad, tras ver el intercambio de mirada y sonrisa entre ambos.
-Porque Niall y Kesha estaban en su cuarto.-Explicó el chico, rompiendo la tensión.
Los dos aludidos se miraron entre sí y vieron que todos los presentes le miraban para saber más detalles.
-Es verdad.-Afirmó Kesha.-Pero solo estuvo para tomar helado y para contar historias de miedo, ¿verdad?
El irlandés asintió con la cabeza.
-Bueno, y para... daros besitos, ¿no?-Preguntó la dulce voz de la chica.
La pareja frunció el ceño hasta que Niall asintió, comprendiéndolo todo.
-¿Te acuerdas que escuchamos la puerta cerrarse? Pues serían ellos.
-Ya entiendo.-Afirmó la chica.-Pero vamos, que fue uno solo y sin mucha importancia.
-Sí, sin importancia...-Afirmó Liam con ironía, en voz baja.
-Bueno, ¿y cómo lo pasásteis en el paseo?-Preguntó la pelirroja haciendo como si no se hubiese enterado de lo que había dicho el cantante de pelo castaño.
-Bien. París de noche, es preciosa.-Asintió el chico.
-Sí, es muy bonita.-Afirmó la chica y poniéndose un poco colorada, cambió rápidamente la conversación ¿Y tú, Louis, qué hiciste?
El mayor de todos bebió un sorbo de su zumo de naranja.
-Pues estuve con Zayn, Harry y Bryan en la fiesta. También nos encontramos a Yuriko hablando con una chica.
-Sí.-Afirmó al japonesa con voz aguda y alegre.-Además hice una nueva amiga francesa y la fiesta estuvo muy bien.
Tras contar más sus historias de lo que hicieron la noche anterior, prepararon las maletas y llamaron a Lou y a Clare para que le llevasen al aeropuerto.
-Muchas gracias por haber estado pendientes de nosotros todo este fin de semana.-Agradeció Louis en nombre de todos.
-Gracias a vosotros por haber estado aquí.-Respondió Lou con una gran sonrisa. Miró a su mejor amiga y sonrió tiernamente. Es verdad que no habían conseguido a los dos chicos que querían, pero sí habían logrado obtener, algo que desde hacía mucho tiempo no tenían: amigos.
Se despidieron con abrazos y besos y los nueve entraron en el aeropuerto, esperaron unos minutos sentados en unos sillones atercipelados de color rojo.
-"Pasajeros del vuelo con destino a Londres, acuden a puerta de embarque"-Se escuchó decir.
Los presentes se levantaron y llegaron hacia el avión. Se metieron en él y, tras unos minutos, el avión comenzó a despegar.
Kesha miró por la pequeña ventana del avión y apoyó su codo en el alfeizar. Suspiró y dijo en un susurro:
-Adiós París...

                                                      ~~~~~~~~~~

-¡Vamos chicas!-Exclamó Richard mientras bajaba del coche.-El avión está a punto de aterrizar.
-Ya voy.-Contestaron ambas hermanas, mientras salían y cerraban la puerta.
Caminaron hacia el interior del aeropuerto y comenzaron a ver personas que iban saliendo de la puerta de salida. Tras unos minutos, la pequeña Susi dislumbró una cabecita pelirroja.
-Papá.-Susi tiró de la manga de la chaqueta de su padre.-Ahí está.-Dijo señalando con su pequeña manita a su hermana mayor.
Richard miró hacia donde le indicaba su hija y sonrió al encontrar a su primogénita. Saludó con la mano hasta que la chica lo vio.
Kesha comenzó a correr hacia su familia.
-¡Papá!-Exclamó alegre soltando la maleta y saltando a sus brazos para darle un gran abrazo.
La pelirroja se separó y cogió a su hermana menor.
-Hola bichito.-Saludó dándole un besito en la mejilla.
-Yo no soy ningún bichito.-Respondió Susi apartándose y poniendo morritos.
-Vale, vale.-Respondió la pelirroja.
La pequeña sonrió y la mayor la puso en el suelo.
-¿A mí me dejas para la última no?-Preguntó Candy poniéndose una mano en la
cadera, como si estuviera enfadada.
-Pero sabes que te quiero.-Responidó la pelirroja y, tras una sonrisa, ambas se dieron un efusivo abrazo.
-Bueno, vayamos a casa.
Kesha cogió su maleta y todos salieron del aeropuerto.
Los cinco chicos esperaban sentados en la acera y haciendo bromas, a que apareciese la limusina con su chófer para llevarlos a casa.
-Adiós chicos. Nos vemos mañana en clase.-Se despidió la chica.
-Mañana no hay.-Contestó Louis.
-¿Ah, no?
-Nos mandó un mensaje el director.-Respondió Liam.
-¿Lo saben los demás?
-¡Claro que sí! Lo dijimos el viernes en la cena. ¿Te acuerdas?-Dijo Zayn.
-¡Ah, sí! Es verdad.-Dijo recordándolo y luego añadió.-Bueno, adiós.
-¡Adiós roja!-Se despidió Harry con un risita.
La chica negó con la cabeza mientras sonreía y se introdujo en el coche con su padre.
Tras unos minutos llegaron a casa. Kesha se duchó y se cambió. Después almorzó con su padre y sus hermanas y estuvo por la tarde estudiando, hasta que su padre le llamó para cenar.
-Estaba riquísimo.-Afirmó recogiendo su plato-¡Cómo echaba de menos la comida casera!
-Es normal, has estado en otro país y la comida era diferente...Bueno, ahora acuéstate que seguro que estarás muy cansada.-Le dijo Richard.
La chica se despidió de su familia y se fue a su cuarto.
Antes de dormir, llamó a su amiga Heather para saber cómo estaba, pero nadie le cogió el teléfono.
-Lo tendrá apagado...-Se dijo sin darle importancia.
Se acomodó en su cama para dormir. Cerró los ojos y... la canción de su móvil interrumpió sus sueños. La chica miró el remitente. ¡Era ella!
Con alegría pusló la tecla verde.
-¿Heather?-Preguntó.
-No. No soy yo. Soy su padre.-Contestó una voz masculina y apagada al otro lado del teléfono.
-Ho..hola, señor Gray. Me preguntaba si podría hablar con su hija para ver qué tal está.
-¿Mi hija?-Se quedó callado y la chica cogió aire para contestar, pero él le interrumpió.-Mi hija está en la cárcel... por intento de asesinato.
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Espero que os haya gustado!! Ya estoy de vuelta y muuy feliz jejeje. La verdad es que he estado unos días un poco malita, pero ya estoy bien y volveré a escribir. Weeeeeeeeee!! Jajajajaja, bueno, espero que deis vuestra opinión dándole a alguna de las reacciones y comentéis el capítulo!!
Besitos :)

Capítulo 39: Última noche en París


Tras una tarde llena de paseos, excursiones, visitas y risas, muchas risas, los chicos volvieron al hotel tras despedirse de las francesas. Quedaron que dentro de una hora estarían abajo para cenar. Kesha entró en la habitación y corrió hacia la cama, tirándose de lleno en ella.
-¡Estoy cansada!-Resopló.
-¡Qué floja!-Le recriminó Yuriko sentándose en su espalda.
-¡Quita!-Se quejó la pelirroja pegándole.
-Vale, vale. Ya vooooy.-Dijo la japonesa en tono cansino.-¡Me voy a duchar!
-Adiós pesada.
La morena le hizo un gesto con el dedo corazón mientras soltaba, en voz baja, un improperio cariñoso en japonés, y se metió en el baño.
-¡Kesha!-Llamó Abie en voz baja con delicada voz dulce.-El diario. ¿Has descubierto algo?
La pelirroja sonrió mientras asentía con la cabeza. Sacó el viejo libro de su maleta y dijo:
-Este diario no es de aquí de Francia.
-¿Cómo lo sabes?
-La letra.-Abrió una página y señaló la letra.-Es bordada y de color dorada, y si te das cuenta, la frase está escrita en inglés, no en francés. Lo que significa que...
-Que es de la realeza británica.-Terminó la frase Abie mientras asentía a modo de aprobación, asombrada.
-Así es.
-¿Entonces...?
-Eso nos facilita las cosas.
-¿Por qué?
Kesha soltó una risita.
-Porque así tenemos más tiempo de averiguar el misterio.
-Tienes razón.-Dijo Abie devolviéndole la sonrisa a la pelirroja.
Guardaron el diario para que nadie más lo viera y esperaron entre risas y bromas a que acabara Yuriko de ducharse y vestirse.
-¿Qué tal estoy?-Preguntó al abrir la puerta.
-¡Vaya! ¡Qué guapa!-Piropeó Abie a la japonesa con voz dulce.
-¿A que sí?-Señaló la chica, alegre.
Llevaba un precioso vestido rosa bebé con un cinturón marrón bajo el pecho. Le llegaba hasta un poco más alto que las rodillas y le sentaba a la perfección.


-Bueno, voy a ducharme yo.-Avisó la morena.-Estoy en unos minutos.
-Kesha, ¿qué tal estoy?-Preguntó Yuriko mirándose al espejo, mientras daba una vuelta a sí misma.
-Estás muy guapa.-Respondió la chica poniéndose a su lado.-Y muy buena.-Al decir esto sacó la lengua y miró a su amiga.
Ambas soltaron una risita.
-Tú sí que estás buena, pelirroja.-Contestó Yuriko mientras pasaba por su lado y le daba una palmadita en el trasero.
Kesha sonrió y se sentó en la cama.
-Voy a jugar al pou. Estoy aburrida.-Al decir esto, cogió su móvil y comenzó a jugar con su mascota virtual.
Abie salió del baño casi media hora después, vestida con un precioso vestido clarito, con preciosas florecitas color pastel. Se había ondulado un poco el pelo para la ocasión y se le veía mucho más largo que otras veces. Su cara estaba pintada levemente, y se le resaltaba su bonita tez blanca.



-¿Estoy bien?-Preguntó.
-Preciosa.-Contestaron las otras dos a la vez, con una sonrisa.
-Gracias.-Susurró la morena, mientras se asomaban leves colores rojizos en sus mejillas.
-Bueno, me voy a cambiar.-Avisó la pelirroja, miró en el reloj del móvil y emitió una exclamación.-¡Son las diez! Ya ha pasado una hora y aún no me he vestido.
-¿Te esperamos?-Preguntó Yuriko.
-No hace falta. Bajad vosotras y avisad de que aún no he terminado.-Dijo haciendo un gesto de mano.
Ambas chicas hicieron lo que la pelirroja había dicho y ésta se duchó a toda prisa y cogió lo primero que vio de su maleta. Una camisa blanca, unos pantalones vaqueros cortos, una rebeca marrón y un colgante de una cruz. No le dio tiempo a secarse el pelo, así que se le quedó un poco ondulado (y mojado, evidentemente).


Cogió las llaves de la habitación y bajó corriendo a recepción.
Entró en el comedor y caminó hasta la mesa donde estaban sus amigos, quienes ya tenían su comían y la tomaban animadamente.
-Hola.-Saludó.-Voy a coger la comida.
Tomó un plato y se sirvió un poco de pasta y un trozo de pizza fracesa junto una ensalada césar. En cuanto tuvo todo esto, dejó el plato en la mesa y cogió un vaso, en cual echó Coca-Cola.
-Bff, ya estoy.-Dijo aceleradamente mientras se sentaba en su sitio, se remangaba la rebeca y comenzaba a masticar su comida.
-Eres una lenta.-Le recriminó Harry.
-Y tú eres feo y no te lo echo en cara.-Respondió ella mientras ponía en su rostro una sonrisa claramente fingida.
-¡Calla roja!
-Ricitos...-Murmuró en voz baja, sonriente. La chica miró a Zayn, quien se había levantado de la mesa junto con Louis para coger el postre.-¡Zayn!
-¿Qué?-Preguntó el aludido.
-Tráeme más pizza.-Pidió dándole su plato.-Esto está muy bueno.
-¡Qué floja!-Exclamó Louis, metiéndose en la conversación.
-Venga Boo Bear, que te quiero mucho.-Pidió poniendo voz dulce y carita de cachorrito abandonado.
Ambos chicos se miraron entre ellos y rodaron los ojos a la vez, mientras se encogían de hombros.
-Anda dame el plato.-Resopló Zayn.
-¡Gracias! Sois los mejores. Os quiero.-Respondió Kesha sonriendo y lanzando sonoros besos al aire.
-Qué pelota.-Susurró Louis a Zayn mientras se daban la vuelta a por sus postres y por la pizza de la chica.
La cena terminó alegremente y los nueve salieron del comedor.
-Bueno, ¿qué hacemos ahora?-Preguntó Liam.
-Yo, comer helado.-Respondió Niall con la boca llena de helado de chocolate que había cogido del bufet.
-No nos enseñes tu comida.-Bufó el mayor de todos.
-Lo siento.-Respondió este, una vez hubo tomado el trozo de helado que tenía en la boca, mientras sacaba la lengua y guiñaba un ojo.
-Yo me voy a la cama.-Dijo Kesha mientras bostezaba.-Tengo mucho sueño. La caminata por París me ha matado.
Todos los presentes subieron a sus habitaciones.
Las chicas entraron en la suya.
Yuriko se miró en el espejo, cogió su móvil y abrió la puerta:
-Me voy a disfrutar de la fiesta en la piscina, es el último día. ¡Nos vemos!
La japonesa salió mientras tatareba la canción de "More Than Friends".
-Kesha. Voy a salir un rato. Volveré dentro de poco.-Dijo la morena.
-Vale. Por si acaso no te veo, buenas noches.
La morena sonrió y salió de la habitación.
Kesha se cambió, se puso su pijama, apagó todas las luces y se acurrucó en su cama.
Antes de poder quedarse dormida, alguien llamó a la puerta.
-Voy.-Gruñó.
Se levantó, y, sin encender la luz, abrió la puerta.
-Hola.-Saludó Niall, ya, vestido en pijama.-Harry se ha ido a la fiesta esa con Zayn , Bryan y Louis y, bueno, no quería estar solo.
-Anda pasa.
-¿Intentabas dormir?-Preguntó el chico, mientras señalaba hacia arriba refiriéndose a que la luz de las lámparas estaban apagadas y en ese momento estaban en la penumbra.
-Sí. Anda acuéstate ahí.-En la oscuridad, la chica señaló la cama de Yuriko.
El chico se encogió de hombros mientras se tiraba donde la chica le indicaba. Kesha, se tumbó en su cama y se acurrucó.
-No te irás a dormir, ¿verdad?-Preguntó el irlandés.
-Claro que sí.-Respondió la pelirroja mirándole en la oscuridad.
-¡Pero si he venido para no estar solo!
-Tengo sueño, Niall.
-Pero puedes hablar un ratito conmigo ¿no?
La chica resopló.
-Anda. Si quieres...
El rubio sonrió, cosa que no percibió la chica por la poca luz que había en la habitación.
-¿De qué quieres hablar?-Preguntó ella.
-No sé.
La pelirroja soltó una carcajada.
-Voy a encender una luz.-Avisó.
La chica encendió una lamparita y preguntó:
-¿Quieres helado?
-¿Tienes...?
-Sí. Claro que sí.
Kesha se levanto de su cama y abrió una pequeña neverita que había bajo la mesa de
cristal. Sacó de ella un bote de helado de vainilla con cookies. Cogió dos cucharillas y, sentándose al lado del chico le tendió una cuchara y lo abrió.
Niall probó ese helado y se relamió.
-Está buenísimo.
-¿A qué sí? Es el preferido de mi padre.
-¿Y el tuyo?-Preguntó Niall volviendo a meter la cuchara en el gran bote de helado.
-Chocolate, por supuesto.
-Sí, está buenísimo.
-Ajá.
En ese instante ambos metieron la cuchara al mismo tiempo y chocaron entre ellas, los dos se miraron y soltaron una pequeña sonrisita.
La chica tomó un trozo de helado y se lo llevó hacia la boca. De repente, se puso seria.
-Niall.
-¿Sí?-Preguntó este, mirándola.
-Quería hablarte sobre lo que me dijiste esta mañana.
-¿Te refieres a lo que pensaba sobre ti?-Preguntó él con un hilo de voz.
-Sí. Pues, quería decirte que fui muy dura contigo. Que me sobrepasé gritándote. Es algo que te vino a la cabeza sin más. Fue un error, pero ya está. Todos cometemos errores, y en vez de apoyarte y decirte que no pasaba nada, fui muy dura contigo y te grité. No debería haberlo hecho. Así... que te pido disculpas.-Dijo mientras agachaba la cabeza.
El rubio sonrió tristemente y le levantó la barbilla con sus manos.
-Fui yo el que me equivoqué. No tenía por qué haber tenido dudas de ti. Porque sé que nunca me haría daño y que eres la mejor novia del mundo.
Ambos se sonrieron mutuamente y el irlandés se acercó a ella para besarle tiernamente en los labios. La chica entrelazó sus dedos tras el cuello de él, y Niall puso sus manos en la cintura de Kesha. Se quedaron así unos segundos, hasta que escucharon cómo se cerraba la puerta.
Se separaron, se miraron extrañados y miraron por si había alguien, pero no había signo de vida alguno. Se encogieron de hombros y ambos siguieron tomando su helado.

                                                           ~~~~~~~~~~~~~~~~~

Abie y Liam cerraron la puerta tras de sí y corrieron a esconderse tras un muro blanco. Miraron sigilosamente, viendo como Niall abría la puerta y se cercioraba de que no había nadie.
-Creo que hemos interrumpido la escena romántica, Liam.-Susurró Abie al guapo cantante, con una sonrisita, cuando el irlandés había cerrado la puerta.
-Eso creo.-Respondió Liam reprimiendo una carcajada.
-Bueno, no sé que hacer. Me da pena entrar y estropearles el momento.
-Pues ven conmigo. Vamos a dar una vueltecita por parís.
 
                                                ~~~~~~~~~~~~~~~~

Heather caminaba con las manos esposadas, mientras veía tras los barrotes de metal, mujeres que le miraban. Mostraba tranquilidad y fuerza, aún sabiendo que era la más debil en ese momento. Llevaba el típico uniforme naranja de la cárcel y unos deportes blancos.
-Esta es tu celda.-Le dijo el gruñón polícia que la acompañaba mientras le agarraba del brazo.
-Suélteme.-Ordenó la chica.
El policía le zarandeó el brazo.
-No estoy para cumplir órdenes. Tú sí.
Heather tragó saliva y miró a aquella joven que se encontraba con ella. Tendría su edad más o menos, de larga melena morada (obviamente teñida) larga y ondulada y ojos azules. Tez blanca y llevaba un piercing en la nariz.
Cuando el policía cerró la celda y se fue, Heather se sentó en su cama y miró con detenimiento a la otra, quién le preguntó:
-¿Cómo te llamas?
-Heather.-Contestó seca.
-Soy Ailyn, pero llámame Lyn.
-Genial.
-¿Por qué estás aquí?
Heather se quedó en silencio. No iba a contarle la verdad, así que lo mejor era meterle miedo:
-Intenté matar a mi ex.
-¿Intentaste?
-Sí. No lo conseguí.
-¡Qué mal! A la cárcel y sin ver a tu ex muerto.
-Ya ves...¿Y tú?
-Tráfico de drogas.
-Ah...
-¿Cuántos años tienes?
-Dieciocho. ¿Y tú?
-Diecinueve, y era la más joven, hasta que llegaste tú...
-No voy a quedarme por mucho tiempo. Eso lo tengo claro.
-Eso mismo pensaba yo y llevo aquí desde hace un año. Justo un día después de mi cumpleaños.
-Qué jodido.
-Ya lo sé. Bueno, voy a acostarme. Buenas noches Ther.
-¿Ther?
-Sí. Aquí siempre reducimos los nombres. No te importa ¿no?-Preguntó con un pequeño tono amenzante, el cual Heather notó en seguida.
-No. Está bien.-Mintió, de mala gana.
-Bien.-Respondió autoritariamente, para luego añadir amablemente-Buenas noches.
-Buenas noches Lyn.
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Aquí el capítulo 39. Espero que os guste muchísimo, porque les quiero informar que voy a estar un tiempo sin escribir en el blog. Tendré un par de días (creo...) en los que miraré blogs, comentaré y tal, pero después estaré un tiempecito (Tal vez dias, meses....) No lo sé con exactitud. Pero quiero decirles, que algo es seguro: VOLVERÉ. Y tampoco creo que sea mucho tiempo (o eso espero) Es algo muy personal y ahora no estoy en condiciones de escribir. De todas maneras, muchas gracias a todas las lectoras, seguidoras y aquellas que visitéis el blog!!
Besitos :)